URUAPAN, Mich, 22 de junio de 2020.- Sin lugar a dudas que la mayoría de la población, están convencidos de que el uso de los cañones antigranizo afecta el proceso de formación del granizo, pero, además, que tiene efectos disuasivos sobre la lluvia, y que esta tendencia de escasez de agua de lluvia, afecta los escurrimientos, es decir, arroyos, ríos, embalses y la recarga del manto freático.
Es por ello que llevamos a cabo una investigación con representantes de empresas que venden y promueven la instalación de estos sistemas, así como investigadores, académicos y personajes relacionados al tema.
Es de todos conocido que el cultivo del aguacate en Michoacán, representa la principal actividad agroindustrial de la entidad, con el 27.8 del Producto Interno Bruto (PIB), y que, además, genera un millón de jornales anuales.
Desde tiempos inmemoriales, el hombre del campo ha tratado de prevenir y luchar contra un gran enemigo, el granizo, que arrasa huertos y plantaciones. Cuidar la siembra de fenómenos naturales, es y ha sido una de las preocupaciones de los agricultores, por ello, se han buscado alternativas para proteger la cosecha.
Un ejemplo de ello son los cañones antigranizo, creados con el fin de que el granizo se convierta en una simple lluvia.
Desde 1992, han venido funcionando los cañones antigranizo a lo largo de la franja aguacatera, tras cumplir con todos los requisitos y estudios de impacto ambiental, y los respectivos permisos ante las dependencias estatales y federales, aunque también es cierto que el 70 por ciento de los cañones antigranizo, se han instalado de manera clandestina.
Incluso, se le ha hecho llegar al titular de Semaccdet, Ricardo Luna García, un listado de nombres de las huertas, ubicación y coordenadas, donde están unos 25 o 30 equipos de este tipo que no cuentan con los estudios y permisos de impacto ambiental, en la llamada franja aguacatera.
Los empresarios de este tipo de sistemas antigranizo, han solicitado a Ricardo Luna, un debate sobre el tema de afectación al medio ambiente, pero de manera científica, dijeron los entrevistados, Enrique José Souto y Mario Espinosa Mier, de Sistemas Meteorológicos y Antigranizo de Michoacán.
“Nosotros trabajamos bajo las leyes y lineamientos en materia de impacto ambiental que dictan las autoridades correspondientes”, señalaron.
Pero la percepción de muchas personas, principalmente en redes sociales, es otra, totalmente diferente, en el sentido que estos artefactos dañan el medio ambiente, que hacen que las nubes se dispersen y ya no llueva. Una opinión generalizada, es de que las autoridades las prohíban y esta iniciativa podría llegar al Congreso del Estado.
Es por ello que nos hemos dado a la tarea de recopilar los distintos puntos de vista de conocedores en el tema, para darnos una idea del funcionamiento de los cañones antigranizo y sus efectos en el medio ambiente, sin interés particular de defender una u otra postura, solamente la de informar los resultados de la investigación puramente periodística.
Primero, debemos considerar que son unas 140 mil hectáreas de cultivos en la franja aguacatera compuesta por once municipios, Uruapan, Tancítaro, Tingambato, Salvador Escalante, Ario de Rosales, Ziracuaretiro, Peribán, Tacámbaro, entre otros, donde unos 25 mil productores crean 70 mil empleos directos y unos 300 mil indirectos. Se calcula una producción de un millón 200 mil toneladas de aguacate, la mayoría de exportación a Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, Japón, China y Europa.
Pero las afectaciones y pérdidas que origina el granizo al sector agrícola, han sido considerables, por lo que Apeam sostuvo pláticas con la empresa SMA de Michoacán, a fin de implementar tecnología para la protección de dichos cultivos, en base a la información meteorológica, imágenes satelitales y radares, para la detección de potenciales tormentas graniceras. Esto fue desde el año de 2007.
Se han instalado varios cañones antigranizo en la región, pero todos ellos con el permiso y autorización de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), que encabeza Ricardo Luna García; pero también, el 70 por ciento de los existentes, no cuenta con el permiso y los estudios ambientales correspondientes.
Un estudio del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), publicado en marzo del 2012, sobre las consideraciones del cañón antigranizo y sus efectos en la cantidad y calidad de lluvia en el Estado de Michoacán, concluye que el cambio climático global en los últimos años ha producido alteraciones en los patrones generales del clima, que generan cambios en variables atmosféricas como la precipitación y la temperatura. Que no hay evidencia suficiente para afirmar que el cañón antigranizo cause variabilidad espacial de la lluvia en la franja aguacatera de Michoacán