*Cada otoño, tras un viaje de más de 4,000 kilómetros, la mariposa Monarca llega a México para hibernar en los límites de Michoacán y el Estado de México. Foto: Reuters/Toya Sarno Jordán
Cada otoño, tras un largo viaje de más de 4,000 kilómetros desde Estados Unidos y Canadá, la mariposa Monarca llega a México para hibernar en los límites de Michoacán y el Estado de México, donde se encuentran bosques de oyamel, pino, pino- encino, encino, y cedro.
Fieles a la tradición del Día de Muertos, comenzaron a registrarse los primeros avistamientos de su llegada en los santuarios mexicanos, como los mostrados en redes sociales por Abel Cruz Reséndiz, secretario del comité de turismo del Santuario El Rosario, la reserva más grande ubicada en el municipio de Ocampo, Michoacán.
“Primer avistamiento en el #SantuarioelRosario #MariposaMonarca temporada 2021- 2222 tarde lluviosa”, publicó en Facebook el pasado 30 de octubre.
El vigilante dio a conocer que los prestadores de servicios turísticos están haciendo todo lo posible para tener las dos dosis de la vacuna contra COVID-19, a fin de reabrir el Santuario y los visitantes se sientan más seguros. En ese sentido, aunque autoridades estatales no han informado nada al respecto, el secretario estimó que el santuario podría abrirse el próximo 27 de noviembre, según aclaró a una usuaria.
“Esperamos que esta temporada sea mejor, porque la mayoría de las personas ya van a estar vacunadas; la temporada pasada estuvo muy baja, recibimos alrededor de 45 mil visitantes a comparación de otras temporadas que llegaban a más de 150 mil personas”, indicó.
Cabe recordar que la migración de estos organismos comienza en las Montañas Rocosas, al sur de Canadá y en parte de Estados Unidos, donde se reproducen. Su viaje de 4,200 kilómetros concluye en los bosques de las dos entidades mexicanas mencionadas, su lugar de hibernación.
Es así como las monarcas en México ingresan a lo largo de una amplia franja de aproximadamente 500 km, que abarca desde Chihuahua y Coahuila, hasta Nuevo Laredo en Tamaulipas. Atraviesan una buena porción del Desierto Chihuahuense y zonas áridas del altiplano central donde son capaces de localizar manchones de vegetación los cuales utilizan como sitios de descanso.
En el resto de su recorrido, las monarca se detienen en diferentes áreas naturales protegidas de México como el cañón de Santa Elena, en Chihuahua; Maderas del Carmen y Cuatrociénegas, en Coahuila; Chipinque, en Nuevo León; y Sierra Gorda y el Parque Nacional Cumbres de Cimatario, en Querétaro.
No obstante, la crítica situación climática ha amenazado a este fenómeno, pues de acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, el cambio climático interrumpe el patrón migratorio anual de la mariposa monarca ya que afecta las condiciones climáticas, tanto en las zonas de hibernación en México como a lo largo de su ruta migratoria en Estados Unidos y Canadá.
Los patrones anormales y extremos de sequía o lluvia en los sitios de reproducción y alimentación en Estados Unidos y Canadá pueden ocasionar la muerte de mariposas adultas y menos alimento para las orugas. Cuando mueren o hay menos reproducción de mariposas monarca en Estados Unidos y Canadá significa que menos mariposas migrarán hacia el sur, a México, a pasar el invierno.
Leyenda de las Monarcas y su relación con Día de Muertos
Cuenta la leyenda mazahua que las mariposas monarca son los espíritus de nuestros ancestros de vuelta al mundo de los vivos durante el Día de Muertos, es decir, el 1 y 2 de noviembre, tradición reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Esta creencia también señala que los niños difuntos llegan a la 1 de la tarde del 31 de octubre para luego dar pase a los adultos el 1 de noviembre, a la misma hora. En ambos casos, la tradición es hacer una procesión para guiar a las mariposas y despedirlas.
Mientras que los pueblos purépechas tenían la costumbre de pensar que las mariposas llevaban en sus alas a las almas de los fallecidos, como una forma de ayudar a llegar al mundo de los vivos. Por ello, las personas deben guardar silencio y escuchar el mensaje de los familiares que partieron, el cual se oye en el aleteo de las monarcas.
Con información de Infobae