*La globalización de las redes sociales ha implicado nuevos retos en materia de seguridad, plantea Lorena Cortés.
Morelia, Mich, 14 de febrero de 2022.- Gracias al internet, las consecuencia de la globalización de las redes sociales ha implicado nuevos retos en materia de seguridad que nos dan para la construcción de un catálogo de fenómenos y delitos cibernéticos.
Uno de esos fenómenos es el de los romances cibernéticos que han florecido en los últimos años, entre personas de distintas culturas, edades, religión o creencias.
El caso de la joven de 19 años Ashley Wadsworth que indigno a la comunidad internacional, quien viajo de Canadá a Reino Unido para conocer a su novio de internet (a quien conoció en una app de citas) Jack Sepple de 23 años, sin jamás imaginar que él le quitaría la vida; retrata los riesgos de los que hay que estar conscientes de las aplicaciones para “ligar”.
El romance cibernético esta directamente vinculado a la trata de personas con fines de explotación sexual; en donde las mujeres son las principales víctimas.
Es muy común que un romance por internet se vuelva la peor pesadilla para las mujeres, quienes bajo el estado emocional que caracteriza al enamoramiento, acceden a la solicitud de enviar contenidos íntimos, por lo que miles de casos terminan en “sextorsion” en donde amenazadas por publicar contenido intimo extorsionan a sus víctimas, pidiéndoles que depositen alguna cantidad de dinero, este modus operandi ha escalado al usar las redes sociales para crear redes de explotación sexual.
Las relaciones por internet en muchos casos son muy riesgosas, debido a la cantidad de mentiras, fraudes y trampas que lo caracterizan hoy en día, sin embargo de ninguna manera es un error conocer personas por internet, solo que falta estar bien informados de los riesgos que implica para prevenir que las flechas de cupido lastimen a las personas ya que los expertos han evidenciado que las emociones pueden ser más fuertes en un romance cibernético que en la realidad, pues se da rienda suelta a la imaginación en una relación virtual que puede acabar muy mal.