Urge la reapertura de Profeco en Apatzingán: Genaro Guízar

*Ayudaría a un efectivo control de precios, estimó.

Apatzingán, Mich, 05 de marzo de 2022.- Ante la irrefrenable ola de incrementos a los productos básicos que se ha desatado en la región, es necesaria la instalación de un módulo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) con inspectores suficientes para el ejercicio de un efectivo control de precios, en beneficio de la economía familiar.

Así lo consideró en entrevista el ex presidente municipal, Genaro Guízar Valencia, quien dijo que los incrementos en la canasta básica no solamente van directos al bolsillo de los apatzinguenses, sino al estómago de las familias de escasos recursos, a las cuales ya no les alcanza el dinero para adquirir el mínimo de productos al día para comer.

Guízar Valencia hizo un recuento: «la tortilla a 27 pesos, el pollo a 100, la carne a 170, el huevo a 47, por kilogramos, hacen imposible tener una dieta variada en las mesas de cada hogar, ya que los bajos salarios sólo permiten, acaso, combinar tortilla con huevo todos los días y a todas horas».

No paró allí el ex presidente, al señalar que el pan también comienza a convertirse en producto de lujo en el menú familiar, pues a siete pesos la pieza, está fuera del alcance de una familia de cuatro miembros, la cual tendría que desembolsar 28 pesos en sólo cuatro panes para el consumo».

Agregó que «en la región del Valle de Apatzingán hay el mayor descontrol de precios de productos de la canasta básica, pero por desgracia son los más altos en el país, contra una ínfima oferta de trabajo, y con un alto porcentaje de población que vive de los programas sociales que se distribuyen en montos insuficientes para comer, siquiera, ya no se diga para obtener otros satisfactores».

Asimismo, Guízar Valencia expuso que «está región tiene la tortilla más cara de la República Mexicana, la carne de res con el costo más elevado, y ahora con el incremento a los combustibles viene lo peor».

Y señaló: «Apatzingán necesita la reapertura de las oficinas de la Profeco, en la que haya suficientes inspectores con sensibilidad y honestidad que trabajen en un efectivo control de precios, acorde a los estándares de otras ciudades».

En dicha apertura de oficinas de la Profeco tienen que ver los gobiernos estatal y municipal, pues tienen la obligación de velar por los intereses de la población, la cual resulta sumamente afectada por el exceso de productos de la canasta básica con evidente sobre costo».

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